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Año Nuevo, Resoluciones Nuevas

Carmen Briceño

Cada Año Nuevo nos llenamos de muchas resoluciones que queremos cumplir. Creo que la primera resolución en la lista de muchas personas es la de bajar de peso. Queremos eliminar las deudas, queremos tener un trabajo mejor, queremos pasar más tiempo con la familia o quizás irnos de viaje, pero el problema es que una resolución sin un plan es solo un deseo.  Si queremos que la resolución se cumpla entonces hay que hacer un plan. Aunque las resoluciones materiales como las de la salud o la de tener un mejor trabajo son importantes, quiero proponerles enfocarse este año en hacer resoluciones espirituales. Nuestra primera resolución espiritual debe ser la de ir al cielo. Pero nuevamente una resolución sin un plan es solo un deseo. Muchos dicen que quieren ir al cielo, pero no viven una vida que va de acuerdo a lo que dicen.  Si deseamos ir al cielo hay que vivir de una manera distinta y hay que tener prioridades distintas. No podemos vivir una vida totalmente secular, metida a tiempo completo en los medios sociales, viendo solo novelas y escuchando música vulgar,  y esperar que seamos personas de virtud. Es como el que quiera correr un maratón, pero se la pasa todo el día en el sofá comiendo papitas fritas. Por más que se engañe a si mismo diciendo que algún día va a correr, la realidad es que sus decisiones diarias contradicen sus deseos. Nunca correrá un maratón con tan solo pensarlo, tendrá que pararse del sofá y ponerse a correr.

Creo que en la vida espiritual nos puede pasar lo mismo. Todos queremos llegar al cielo, queremos ser santos, pero no hacemos nada para lograrlo. Lo que les quiero proponer es hacer unas resoluciones espirituales con un plan concreto y así poder ir avanzado cada día hacia nuestra meta: el cielo. Esto me recuerda a la historia cuando Jesús se encontró con un paralitico cerca de la piscina de Betesda. El pobre hombre llevaba 38 años enfermo y cuando Jesús lo ve,  le hace una pregunta un poco extraña. Jesús le pregunta: “¿quieres curarte?”. ¿No es un poco obvio que quiera curarse? Pero el hombre en vez de decir que si, pone excusas que nadie lo lleva a la piscina y es por eso que no está sanado. Jesús no lo carga ni lo lleva a la piscina, sino que le dice “levantate, toma tu camilla y anda.” Jesús le exige a este hombre. Le dice que se levante, que lleve su camilla (es decir que ya no puede regresar más a pedir porque ya no está enfermo) y que siga su camino. Este es un gran ejemplo para nosotros porque muchos podemos decir que queremos crecer en la vida espiritual, pero empezamos a poner excusas: “es que mi esposo….” “es que mis padres …”, “es que mis hijos…”, “ es que mi trabajo …” “es que mi enfermedad …” etc.  Ya no más excusas.

Este año propongámonos resoluciones espirituales y tengamos un plan para asegurar que lo cumplamos.  Debemos tener metas diarias, semanales, mensuales y anuales. Al terminar cada día, semana, mes y año debemos revisar a ver si hemos cumplido lo  resuelto.  Aquí les propongo unas metas. La idea no es hacerlas todas, sino elegir una por categoría y ponerla en acción.

Resoluciones espirituales:

Diaria

1 — Al despertarse hacer un ofrecimiento del día a Dios, rezar un rosario o una década, rezar el Ángelus a las 12pm; leer 15 minutos de la Biblia (empezando con los evangelios), hacer un examen de conciencia antes de acostarse a dormir.

2 — Semanal

Rezar la coronilla de misericordia los viernes a las 3pm, ir a una misa extra a la semana, visitar al Santísimo Sacramento en tu Iglesia, rezar el Rosario en familia, ayunar una comida los viernes o no comer carne los viernes (todos los viernes del año)

3 — Mensual

Ir a la confesión, leer un libro espiritual, ver una película de un santo con la familia, visitar una Iglesia Católica nueva, hacer una obra de misericordia.

4 — Anual

Pertenecer a un grupo parroquial, leerse el Nuevo Testamento,  aprender sobre 12 santos  (un santo al mes), ir a un retiro espiritual, ir a una peregrinación a un santuario.

Briceño, una virgen consagrada, se dedica a la evangelización a través de su ministerio happyfeetministries.com.

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