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Católicos rezan por las víctimas de abuso y para que más laicos participen en la iglesia

Por Colleen Rowan | Catholic News Service

MORGANTOWN, W.Va. — Miembros de cuatro parroquias de West Virginia se reunieron en Morgantown el 26 de enero para orar por las víctimas de abuso por parte del clero, por más transparencia de la iglesia y más involucramiento de los laicos.

“Nos reunimos hoy aquí como fieles laicos enojados y frustrados que no estábamos conscientes de lo que estaba sucediendo en nuestra iglesia, desconocíamos la conducta de algunos miembros del clero y de la jerarquía”, dijo Charles DiSalvo de la parroquia San Francisco de Sales, ubicada en Morgantown, al iniciar el servicio de oración.

“Nuestros corazones están colmados de compasión y preocupación por aquellos que han sido abusados y maltratados. Pedimos hoy oraciones por la sanación de los afectados”, continuó.

“Pedimos hoy compensación para las víctimas. Nuestro espíritu se colma con la determinación de que esto nunca se repetirá. Nunca más permaneceremos en silencio”.  

“Hoy nos reunimos para pedir rendición de cuentas por parte de sacerdotes y obispos. Hoy nos reunimos para pedir una reforma de la iglesia, hoy nos reunimos para clamar por un cambio”.

El servicio fue organizado por el comité administrativo de San Francisco de Sales y logró reunir aproximadamente a 25 parroquianos de todas las edades provenientes de San Francisco de Sales y la parroquia universidad San Juan de Morgantown, las parroquias Santa María de Star City y San Lucas El Evangelista de Cheat Lake en el mercado de agricultores de Morgantown.

Rezaron por las siguientes intenciones: para que las víctimas de abuso sexual por parte del clero y sus familias encuentren consuelo y sanación, que todos los miembros de la iglesia se comprometan a proteger a los niños y los más vulnerables, por un espíritu de colaboración entre el laicado y el clero, por reformas para prevenir más abusos y para asegurar transparencia y responsabilidad.

“Estamos pasando momentos muy difíciles y llenos de retos para los católicos” por la crisis, dijo Betty Evans, una feligresa de San Francisco de Sales, quien tuvo la idea de realizar el servicio de oración. Es miembro del comité administrativo parroquial, el cual organiza el servicio en cooperación con miembros de las otras tres parroquias.

“Queremos que los afectados por abuso del clero sepan que no se les olvida”, expresó Suzanne Kenney de San Francisco de Sales. “Queremos que las víctimas sepan que estamos orando por su sanación”.

Lacey Schory de 20 años, un estudiante de la Universidad de Virginia Occidental oriundo de las inmediaciones de Annapolis, Maryland, y miembro de la parroquia St. John University Parish, participó en el servicio para “apoyar a las víctimas, mostrar nuestro contínuo compromiso con la iglesia y trabajar para salir adelante de esto”.

“Nos tomamos un tiempo para detenernos y reflexionar en lo que sucedió y rezar por aquellos que aún están en dificultades”, dijo al periódico diocesano “The Catholic Spirit” de Wheeling-Charleston.

El servicio de oración se llevó a cabo cuatro meses después del inicio de una investigación realizada por laicos sobre acusaciones de acoso sexual de adultos por parte del obispo Michael J. Bransfield, quien lideraba la diócesis, y dos meses después de que la Diócesis de Wheeling-Charleston hiciera públicos los nombres de los clérigos que han sido acusados de manera creíble de abuso sexual de menores desde 1950.

En septiembre, el arzobispo de Baltimore, William E. Lori, quien es administrador apostólico de la Diócesis de Wheeling-Charleston, reunió al equipo completamente de laicos para realizar una investigación sobre las acusaciones.

El arzobispo también nombró a un laico, Bryan Minor, como delegado de asuntos administrativos para la diócesis de Virginia Occidental a nivel estatal. Minor también se desempeña como director ejecutivo de recursos humanos para la diócesis y encabeza la Fundación Católica de Virginia Occidental.

“Estos son momentos decisivos para la iglesia en Virginia Occidental y a lo largo de la nación”, dijo Minor. “La feligresía tiene que mantener el equilibrio entre el impacto y la indignación por lo que han descubierto sobre abuso sexual en nuestra diócesis en años previos y necesitan vigilancia y un agudo enfoque para asegurar un ambiente seguro para todos los niños que están a nuestro cuidado”.

“Aquellos que participaron en la manifestación en Morgantown y todos los que están unidos en oración y en apoyo a las víctimas de abuso sexual por parte del clero, pueden estar esperanzados por los pasos tomados para incrementar la transparencia en la iglesia. Esta oración, el apoyo activo y el involucramiento directo, ayudarán para que nuestra diócesis sane”, dijo.

Minor agregó: “Luego de haber escuchado las voces de las víctimas de abuso sexual por parte de clérigos, el arzobispo Lori ha tomado pasos concretos para ayudar a que nuestra diócesis fomente una cultura de transparencia y responsabilidad, y las positivas repercusiones de su liderazgo serán notables por los años futuros”.

La difusión el 29 de noviembre de los nombres de los clérigos que han sido acusados de modo creíble de abuso sexual a menores, es parte de un compromiso en curso en la Diócesis de Wheeling-Charleston con la transparencia, además de ayudar en el proceso de reconciliación y sanación para la feligresía de Virginia Occidental.

Cuando se difundió la lista, el arzobispo Lori dijo que él y otros líderes diocesanos esperan que esto sea “uno de muchos pasos tomados para restablecer la confianza con los parroquianos y la amplia comunidad en Virginia Occidental” y lo consideran “un signo de buena fe de que la diócesis está comprometida con la transparencia, la responsabilidad y en brindar un ambiente seguro para niños y adultos”.

“Mientras continuamos rezando por todas las víctimas de abuso sexual, comprometámonos también en hacer todo lo que podamos para asegurar la protección de todos los que son confiados a nuestro cuidado”, agregó.

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