ach-logo-spanish.svg
internacional

División, segregación son amenazas para la humanidad, dice el papa

Por Junno Arocho Esteves | Catholic News Service

TEMUCO, Chile — Celebrando Misa en una tierra impregnada con historia y cultura indígena, el papa Francisco dijo que la mayor amenaza que la humanidad enfrenta es la supresión de las diferencias impulsada por la idea de que algunas culturas son mejores que otras.

Saludando a miembros del pueblo mapuche y a otros pueblos indígenas que viven en el sur de Chile el 17 de enero, el papa Francisco reconoció el sufrimiento y la injusticia soportada por la población indígena.

“Esta tierra, si la miramos con ojos de turista, nos dejará extasiados … pero si nos acercamos a su suelo, lo escucharemos cantar y cantar con tristeza: ‘Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar'”, dijo el papa Francisco citando a la famosa cantautora chilena Violeta Parra.

Durante su homilía durante la Misa en el Aeropuerto Maquehue en Temuco, el papa también reconoció que la zona, aunque rica en historia y belleza, le traía recuerdos de “pena y dolor” donde “tuvieron lugar graves violaciones de derechos humanos”.

El Aeropuerto Maquehue, una base de la fuerza aérea chilena, fue usado como un centro de tortura y detención durante la brutal dictadura de Augusto Pinochet de 1973 a 1990.

“Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias”, dijo el papa. “La entrega de Jesús en la cruz carga con todo el pecado y el dolor de nuestros pueblos, un dolor para ser redimido”.

Aunque apoya los derechos de los pueblos indígenas a mantener sus culturas, el papa Francisco insistió que la única manera de sobrevivir y prosperar es mantenerse unidos y rechazar la violencia.

“Busquemos en cambio el camino de la no violencia activa como un estilo de política por la paz”, él dijo. “Busquemos en cambio y no nos cansemos de buscar el diálogo para la unidad. Por eso decimos con fuerza: ‘Señor, haznos artesanos de unidad'”.

Ejerzan “esa solidaridad que nos lleva a decir: nos necesitamos desde nuestras diferencias para que esta tierra siga siendo bella”, él les dijo. “Es la única arma que tenemos contra la ‘deforestación’ de la esperanza”.

Según el Vaticano, unas 150,000 personas asistieron a la Misa. Muchos de ellos estaban cantando, gritando y sosteniendo carteles escritos en el lenguaje nativo del pueblo mapuche, el mapudungum.

La Misa comenzó con un saludo tradicional al papa pronunciado por un grupo de indígenas.

En la región Araucanía del sur de Chile las comunidades mapuche han sido despojadas de sus tierras varias veces, primero por los colonos españoles, luego por colonos que se mudaron a la región para sembrar y más recientemente por plantaciones madereras.

A pesar del dolor y la división asociada con el territorio, el papa Francisco le pidió a la gente del sur de Chile que trabaje para edificar la unidad y resistir los intentos de uniformidad.

“La unidad no es un simulacro ni de integración forzada ni de marginación armonizada”, dijo el papa.

Él añadió que como los complejos diseños de la ropa tradicional mapuche, que mezcla distintos materiales y colores, la unidad es una “diversidad reconciliada” de todos los pueblos sin la noción de que “existen culturas superiores o culturas inferiores”.

Miles de personas llenaron las calles de Temuco recibiendo al papa, saludando con banderas amarillas y blancas. Sin embargo, un pequeño grupo de manifestantes también estaba protestando frente a la entrada del aeropuerto.

Los manifestantes sostenían una gran pancarta protestando contra el obispo Juan Barros de Osorno, acusado de ignorar la actividad de un notorio sacerdote acusado de abusar a niños sexualmente.

Related Articles