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Jesuitas denuncian amenazas contra sacerdote hondureño, activistas

Por Catholic News Service

CIUDAD DE MÉXICO — La Compañía de Jesús ha denunciado amenazas contra un jesuita hondureño que ha hablado de las irregularidades en las recientes elecciones presidenciales del país centroamericano.

La Conferencia de Provinciales para América Latina y El Caribe dijo el 30 de diciembre que acusaciones falsas en las redes sociales contra el padre Ismael Moreno Coto, conocido como “padre Melo”, eran amenazas parecidas a las que circulaban en El Salvador antes del asesinato del padre jesuita Rutilio Grande, quien fue asesinado en 1977 en El Salvador. Los jesuitas también defendieron a otros ocho activistas regionales amenazados.

En una declaración, la Compañía de Jesús, conocida popularmente como los jesuitas, dijo que todas las acusaciones contra el padre Moreno y otros eran “acusaciones mentirosas y falsas” para “desvirtuar el trabajo de organización popular y resistencia pacífica y democrática que estas personas, junto con el pueblo hondureño, están realizado en momentos en que el voto popular ha sido irrespetado por el señor Juan Orlando Hernández y sus aliados políticos”.

La declaración firmada por el padre Roberto Jaramillo, presidente de la conferencia, dice que las acusaciones son un “intento de crear terror entre la población como estrategia para desmovilizar al pueblo; una estrategia que termina volviéndose contra aquellos que la producen, y deslegitimando — aún más — sus pretensiones de dominación”.

Las elecciones del 26 de noviembre en Honduras le devolvieron el poder a Hernández, pero solo después de un largo proceso de conteo de votos empañado por retrasos inexplicables y dificultades técnicas improbables. Hernández superó una gran ventaja que llevaba el candidato de la oposición, Salvador Nasralla, quien llevaba la mayoría de los votos antes que se suspendiera el conteo por parte del tribunal electoral del país.

El gobierno estadounidense, que ha colaborado con la administración de Hernández en cuestiones de inmigración y seguridad, reconoció la victoria el 22 de diciembre, a pesar de las irregularidades señaladas por los observadores electorales y peticiones de que se realice un nuevo voto.

Hernández ha pedido diálogo, pero la oposición lo ha rechazado, incluso por parte del padre Moreno, fundador de Radio Progreso. Desde las elecciones, al menos 30 personas han muerto durante protestas, según observadores, quienes han señalado represión por parte de la policía. Una torre de transmisión de Radio Progreso fue derrocada en diciembre, un acto que el padre Moreno llamó “sabotaje”.

“Estoy recibiendo acusaciones que hacen peligrar mi vida”, tuiteó el 31 de diciembre. “Este es el diálogo abierto del que habla el Presidente y respaldado por la Embajada de los EEUU?”

El padre Moreno siempre ha sido franco en sus críticas de Hernández y de la clase empresarial del país que han sido acusados de corrupción, de aprovecharse de privatizaciones, y de no detener los asesinatos de activistas defiendo el medio ambiente y causas sociales.

La conferencia episcopal hondureña dijo en una declaración el 20 de diciembre que lamentaba que el tribunal electoral “no haya logrado superar la falta de certeza acerca del resultado de las elecciones generales”, pero pidió calma y dijo que la crisis presentaba una oportunidad para que Honduras se esforzara por arreglar condiciones sociales que necesitan “un gran pacto social por medio de un diálogo franco, eficaz, creativo y sin condiciones, que implique a todos los sectores de la sociedad”.

Pero diálogo no ha sido posible anteriormente, incluso después de un golpe de estado en 2009, cuando la oposición acusó al entonces presidente Manuel Zelaya de preparar ilegalmente un intento de reelección; Honduras solo permitía un mandato de cuatro años.

Sin embargo, Hernández, quien apoyó el golpe, convenció al Tribunal Supremo de permitir su propio intento de reelección, algo que los observadores dicen que ha cerrado cualquier oportunidad para el diálogo.

“No (se) puede decir que el gobierno ha sido malo en todo”, dijo el padre German Cálix, director de Cáritas Honduras.

Lo que la gente no toleró es precisamente que Hernández haya violado la ley para volver a lanzarse de candidato en la elección, dijo.

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