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Obispos colombianos buscan más solidaridad con refugiados venezolanos

Por Manuel Rueda | Catholic News Service

Venezolanos hacen en fila para cruzar hacia Colombia en la frontera el 16 de febrero en Paraguachón, Colombia. JAIME SALDARRIGA, REUTERS VIA CNS

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BOGOTÁ, Colombia — Los obispos de Colombia están pidiendo a oficiales, a parroquias y a la comunidad internacional que aumenten sus esfuerzos para ayudar a migrantes venezolanos que están abandonando su país. Se estima que más de 50,000 venezolanos salen cada mes.

Ellos han pedido la ayuda mientras la violencia, la escasez de alimentos y la hiperinflación obligan a miles de venezolanos a huir hacia Colombia y otros países sudamericanos.

En Colombia, el país que ha recibido la mayoría de los migrantes, el número de venezolanos se duplicó en un año, de 300,000 a 600,000, según cálculos del gobierno. Esto ha puesto una fuerte carga en los hospitales, las escuelas y los gobiernos municipales, que se esfuerzan para servirle a la población entrante.  

“Hay venezolanos que vienen en busca de comida y medicinas”, dijo el obispo Víctor Ochoa Cadavid de Cúcuta, la ciudad más grande en la frontera entre Colombia y Venezuela. “Estamos frente a un gran sufrimiento de estas personas y tratamos de ayudar con fe y con caridad”.

En Colombia la iglesia ha proporcionado despensas de comida, albergues y medicamentos para los migrantes venezolanos. Cáritas, la agencia de ayuda caritativa de la iglesia, hasta ayudó a algunos de ellos con boletos de autobús hacia sus destinos. Muchos venezolanos que entran a Colombia llegan al país con poco o nada de dinero, ya que los salarios cayeron en Venezuela.

El obispo Ochoa dijo que su diócesis ha servido más de 350,000 almuerzos a migrantes venezolanos vulnerables en ocho despensas alimentarias apoyadas por la iglesia en la ciudad. La conferencia episcopal colombiana dijo en febrero que todos los días la iglesia está ayudando a unas 9,000 familias venezolanas con alimento, albergue y apoyo psicológico.

“Algunos vienen a comprar comida y medicinas y se regresan (a su país)”, dijo el obispo Ochoa a CNS. “Hay otros que vienen a quedarse; son emigrantes que vienen con sus familias y hasta con sus mascotas”.

En respuesta a la ola de migrantes — que en algunos casos entran al país ilegalmente — Colombia a fortalecido los controles fronterizos enviando 3,000 soldados y policías adicionales a patrullar su frontera de 1,400 millas con Venezuela. A su vez, el gobierno colombiano ha ofrecido permisos de residencia temporal a venezolanos que ya están en el país para ayudarles a trabajar legalmente y detener la explotación por parte de patronos inescrupulosos que abusan de inmigrantes indocumentados.

La conferencia episcopal no ha tomado una postura sobre la política de inmigración del país, dijo monseñor Héctor Fabio Henao, director de Cáritas Colombia.

“Pero se ha pedido que se le dé un tratamiento digno al pueblo venezolano”, dijo a CNS monseñor Henao, “Es muy importante tener un enfoque en el tema de la dignidad, un enfoque bajo la perspectiva de derechos”.

Monseñor Henao dijo que la conferencia episcopal ha designado su campaña anual de Cuaresma para ayudar a los inmigrantes venezolanos. El año pasado la campaña cuaresmal de los obispos recaudó $300,000 para víctimas de inundaciones.

Monseñor Henao reconoció que, según el número de venezolanos en Colombia aumenta, algunos sectores de la sociedad temen que los nuevos inmigrantes le quiten empleos a los residentes locales o recurran a actividades delictivas.

El secretario general de justicia de Colombia publicó recientemente un informe que dice que 1,869 venezolanos han sido arrestados por la policía durante los últimos 12 meses por delitos como robo domiciliario, narcotráfico y contrabando y posesión ilegal de armas.

Pero los obispos han señalado que un bajo porcentaje de inmigrantes ha cometido estos delitos.

Monseñor Henao dijo que la iglesia en Colombia está instando a sus seguidores a acoger a los recién llegados y a darse cuenta de que ellos también pueden contribuir al desarrollo del país.

“La conferencia episcopal está muy unida sobre el tema de la solidaridad con los venezolanos”, él dijo. “Y realmente no hay voces de la iglesia que pidan que haya restricción al ingreso de ellos”.

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