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Papa: Durante la Navidad, comparte alegría, no quejas

Junno Arocho Esteves | Catholic News Service

Se ve el árbol de Navidad mientras el Papa Francisco dirige el Ángelus desde la ventana de su estudio con vista a la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 19 de diciembre. (Foto CNS / Paul Haring).

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CIUDAD DEL VATICANO — Ya que la celebración de la Navidad está muy cerca, los cristianos deberían buscar formas de compartir la alegría del nacimiento de Jesús en vez de elaborar una larga lista de quejas, dijo el Papa Francisco.

A los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para su discurso del Ángelus del domingo 19 de diciembre, el Papa dijo que la tentación de quejarse puede “arruinar tantas vidas, porque uno comienza a quejarse y a quejarse, y la vida se agota”.

“Quejarse siempre te lleva a buscar a quien culpar”, dijo. “Si seguimos con el paso cansado de murmurar y hablar, no llevaremos a Dios a nadie, solo traeremos amargura y cosas oscuras”.

Las reflexiones del Papa comenzaron con la lectura dominical del Evangelio de San Lucas, que relata la visita de María a su prima Isabel, incluso después de recibir el anuncio del ángel de que daría a luz al hijo de Dios.

María, dijo el Papa, “no se queda en casa pensando en lo sucedido y considerando los problemas y los imprevistos, que ciertamente no faltaban: porque, pobrecilla, no sabía qué hacer con esta noticia, con la cultura de aquella época… No entendía”.

En vez de pensar en sí misma, “piensa en quien la necesita, piensa en Isabel su pariente, que es mayor y está embarazada: algo raro, milagroso”, dijo.

“Sale para ayudar” dijo el Papa, “compartiendo su alegría. María dona a Isabel la alegría de Jesús, la alegría que llevaba en el corazón y en el vientre”.

Recordando que María “se levantó y se fue”, el Papa Francisco animó a los cristianos a dejarse guiar por esos dos verbos durante los últimos días de Adviento.

María, explicó, se levantó y fue a ver a su prima a pesar de las dificultades a las que “su embarazo inesperado la exponía”, malentendidos, castigos e incluso la muerte.

“No mira hacia abajo, hacia los problemas, sino a lo alto, hacia Dios. Y no piensa a quién pedir ayuda, sino a quién ayudar. Siempre piensa en los demás: así es María, pensando siempre en las necesidades de los demás”, dijo el Papa.

Los cristianos, añadió, deben hacer lo mismo “y buscar a alguien a quien podamos ayudar”, como ancianos, personas que sienten solas o necesitados de servicio. Al hacerlo, “nos ayudamos a superar las dificultades”.

La acción de María de ir a toda prisa a ver a su prima es un recordatorio de que los cristianos no deben vivir su vida ” agitados, de forma sofocada”, sino proceder “con paso alegre, mirando adelante con confianza, sin arrastrarnos con desgana, esclavos de las lamentaciones”, dijo.

En cambio, dijo el Papa Francisco, los cristianos deben “cultivar un sano sentido del humor” y “el primer acto de caridad que podemos hacer al prójimo es ofrecerle un rostro sereno y sonriente”.

Al hacerlo, los cristianos “llevan la alegría de Jesús, como hizo María con Isabel”, dijo.

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