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Tremendas necesidades y una tremenda fe

Zoey Maraist | Catholic Herald Staff Writer

Leah Tenorio, la directora de los ministerios hispanos de Good Shepherd Church en Alexandria, les invita a las personas a sacar una foto de su cartel que tiene una lista de los recursos espirituales y materiales disponibles para la comunidad hispana.

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Leah Tenorio tiene mucho que compartir. Por ejemplo, que la despensa local de alimentos ha flexibilizado la entrega de alimentos a quien los necesite. Que hay apoyo disponible para aquellos que se sientan abatidos o agobiados. Que hay numerosos recursos espirituales en español en la página de internet de la Iglesia Good Shepherd en Alexandria.

Pero ya no puede hacer anuncios después de las Misas, o en boletines impresos o en conversaciones personales, que son las formas más eficaces de llegar a la gente. Por tanto Leah Tenorio, quien es la directora de los ministerios hispanos de Good Shepherd, depende ahora principalmente de mensajes electrónicos enviados por los lideres parroquiales hispanos y de llamadas telefónicas con los fieles para diseminar información sobre cómo les puede ayudar la parroquia en estos tiempos de necesidad sin precedentes.

Ella no sólo desea que la gente encuentre ayuda sino que sepan que su Parroquia los está apoyando. “Cuando la gente va a la despensa de alimentos de United Community, no hay ningún letrero que diga que fue la parroquia de Buen Pastor la que llevó los alimentos “, dice Leah.  “No se dan cuenta de eso y no lo saben , si no están en línea . Entonces oigo expresiones que dicen: ‘que está haciendo Good Shepherd? Dónde está Good Shepherd?'”

Dice Leah Tenorio que estos son tiempos de prueba en diversos aspectos para muchos en la comunidad de inmigrantes. Si bien muchos tienen protección contra el desalojo, los que alquilan cuartos y no pueden pagar la renta, están en riesgo de quedarse sin techo. “A menudo sucede que la persona que les alquila el cuarto, sino le pagan, tampoco tiene con qué pagar su propia renta . Así es que no es por maldad, sino que es un efecto en cadena” agrega Leah Tenorio.  Las familias que no tienen internet están llevando a sus hijos a hogares que tienen acceso a internet para que puedan asistir a la escuela virtual.

Los problemas perennes como acceso al transporte o la capacidad de adquirir alimentos están ahora exacerbados. Leah Tenorio sabe que la mayoría de los inmigrantes hispanos no son elegibles para recibir beneficios por desempleo u otro tipo de asistencia del gobierno.

“Poco a poco la gente está comenzando a perder sus trabajos o a que les disminuyan las horas. Hay mucha preocupación por el dinero. Cada semana que  pasa el problema se agudiza” agrega Leah. “Por otra parte “, dice, “Estoy trabajando con agencias, con otras organizaciones sin fines de lucro y con instituciones religiosas para encontrar maneras para continuar ayudando con asistencia financiera. Nadie sabe realmente cómo lo vamos a lograr”.

Si bien la parroquia está abierta para confesiones y oración privada, la comunidad de fe no puede reunirse en grupos grandes como se haría en tiempos de tragedia o de pérdidas personales. “Cuando a alguien se le moria, por ejemplo su madre en Mexico, una gran ayuda en su dolor era venir a la iglesia y poner su intención en la Misa. Esto representa una dificultad adicional ya que no se puede ir a Misa y encontrar allí el consuelo que se necesita y esto es tanto para los fieles como para el personal de la parroquia deseoso de prestar estos servicios, dice Leah.  A pesar de todo, agrega, “La mayoría de los fieles hispanos tienen una actitud de confianza en la Divina Providencia y de que el Señor los va a sacar adelante “.

En la Iglesia de Christ the Redeemer en Sterling los fieles hispanos enfrentan problemas similares. Dice el padre Joel D. Jaffe párroco de dicha Iglesia: “Tenemos un gran número de fieles en nuestra parroquia  que trabajan por hora y estos se ven mucho más perjudicados que otros. Eso golpea un poco más a la comunidad hispana. He estado pidiendo a la gente que primero  contribuyan para los pobres y después si pueden, que donen también algo para la iglesia”.

Antes de la pandemia la parroquia donaba entre $1,500 y $2,000 semanalmente para ayudar a los necesitados a pagar alquileres, utilidades y transporte. Ahora las donaciones alcanzan hasta $7,000.  La despensa local ecuménica LINK normalmente proveía alimentos para unas 40-50 familias. Ahora sirven a 300.

Así como es de enorme la necesidad, también lo es la generosidad.  El grupo de jóvenes adultos hispanos están clasificando y distribuyendo alimentos para la agencia LINK, ya que la mayoría de los voluntarios regulares son personas de alto riesgo. La gente está donando no sólo dinero sino también su tiempo. Sigue diciendo el padre Jaffe: “yo me acerco a nuestras familias hispanas para ver si necesitan algo. La gente que está sin trabajo está consumiendo sus ahorros y todavía me dicen: ‘muy bien, Padre vamos a contribuir con un poco de dinero a la iglesia, para ayudar a alguien que tenga más necesidad que nosotros ‘. Yo tengo que convencerlos de que no lo hagan”.

En la Misión San Gabriel en Manassas, el Padre Juan A. Puigbo cree que la falta de información o información equivocada sobre los riesgos del Coronavirus, ha contribuido a un mayor número de casos de COVID-19 entre los hispanos . Señala que “ya tenemos varios fallecimientos en nuestra Misión, así como varias familias enteras contagiadas. Los he estado llamando para rezar por teléfono. Aún los que están enfermos me dicen que están asistiendo diario a la Misa virtual. Sienten que Dios los está cuidando y que El es el que está en control. Esta es una lección para lo que quieren amar de veras al Señor y desean ser amados por El”.

Al igual que otros muchos sacerdotes, el padre Puigbo ha acudido a la tecnología para conectarse con los fieles. Dice que “comencé con el Rosario y la Misa diaria por internet y luego la oración de la noche, tratando de darle una estructura a las familias por medio de la oración.

Hemos pasado de 200 suscriptores en la página de YouTube a unos 1,400″.

 “Por años me había resistido a tener nada que ver con los medios de comunicación social y ahora el padre (Lee R.) Roos, (párroco de All Saints en Manassas) se siente muy orgulloso de estar muy entendido en la tecnología”. 

A lo largo de estas semanas, el padre Puigbo ha visto gente regresando a la fe y creciendo en la fe, aceptando el desafío de San Pedro de estar gozosos en tiempos de sufrimiento.  Agrega: “Por supuesto que es difícil en términos de tener acceso a los aspectos ordinarios de la vida, pero es una bendición y una oportunidad para aprender que nuestra fe puede acomodarse a nuestra realidad. No se trata de vivir mi fe de acuerdo a los estándares de la comodidad de mi situación. Abrazamos esta realidad con el Señor en nuestros corazones”.

Traducción: Julia A. Jarquín

 

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