DALLAS - Todo empezó con una sola vela.
Y fue seguida por notas de ánimo, apoyo y condolencias
y también banderines, flores, carteles y globos. Una
ciudad de luto acumuló los buenos deseos, dolor e
interminable ánimo sobre un par de carros de patrulla
que estaban estacionados frente a las oficinas del
Departamento de Policía de Dallas.
La creciente montaña se convirtió en algo
más que un memorial en honor de los cinco policias de
Dallas que perdieron la vida a manos de un francotirador que
abrió fuego en el centro de la ciudad en medio de una
manifestación del grupo Black Lives Matter que
protestaba el 7 de julio. Una montañita se
convirtió en señal de esperanza, símbolo
de unidad.
"He venido a dar gracias por todo lo que han hecho en
Dallas", dijo Yolanda Miranda.
El detective Albert Sánchez visitó el memorial
un día después del tiroteo y quedó
abrumado por el apoyo del que fue testigo, a pesar de que
estaba de luto por la muerte de sus compañeros.
"No puedo decir cuántos niños se me han
acercado, me han abrazado y me han dado la mano", dijo
Sánchez. "Algunos dicen que quieren ser como yo soy
cuando sean grandes".
Los dos carros patrulla han quedado irreconocibles, cubiertos
con animales de peluche, pancartas, miles de flores, globos,
coronas, tarjetas de acción de gracias, banderines y
placas de policía de departamentos de todas partes de
los Estados Unidos y de Canadá. La gente se juntaba
para tomar fotografías del memorial y se
condolían por los oficiales caídos mientras
periodistas rodeaban el memorial.
La familia Bravo manejó desde Burleson, Texas para
demostrar su gratitud, no solamente por los policias
asesinados, sino también por los hombres y mujeres en
uniforme azul.
"Venimos a enseñarles a nuestros hijos el bien que
puede venir de la gente ", dijo Germán Bravo. "Algo
trágico sucedió y quiero que vean que el bien
siempre derrota al mal".
Los niños dejaron juguetes de superhéroes y
cartas de reconocimiento pegadas a los vehículos.
Organizaciones religiosas dejaron pancartas con mensajes de
fe. Una cruz hecha a mano y con las palabras de Colosenses
1:20 reposaba entre los vehiculos: " habiendo hecho la paz
por medio de la sangre de su cruz".
Ben Terry, de Houston, se alojaba en el hotel Westin durante
un viaje de negocios cuando se desató la violencia en
Dallas el 7 de julio. Poco después visitó el
memorial, junto con su esposa, que había volado a
Dallas para estar a su lado.
"Estando tan cerca de la acción y habiéndolo
escuchado todo desde mi ventana", dijo Terry, "quería
venir y honrar a las personas que me protegieron esa noche".
Grace Sunderland y un grupo de pastoral juvenil llevaron una
docena de rosas y carteles en los que se habían
escrito palabras de consuelo. Sunderland dijo que esperaba
que mucha gente se apoyara en Cristo en estos momentos de
pena y tragedia.
"Sentimos que toda la ciudad dolía", dijo Sunderland.
"Queríamos venir acá y demostrar nuestro apoyo
y que estábamos rezando por ellos".
Otros memoriales se habían erigido en otras estaciones
de policía por la ciudad. En las oficinas centrales de
la agencia Dallas Area Rapid Transit (DART) en Oak Cliff,
Texas se honraba al oficial Brent Thompson, un oficial de la
agencia asesinado. La gente dejaba velas y flores sobre tres
carros patrulla, como también mensajes dirigidos a la
familia de Thompson.
"La familia Hall le agradece a la policía de DART por
su servicio y sacrificio. Que Dios lo bendiga y que descanse
en paz, Brent Thompson", decía uno de los mensajes
Muchas personas de todos sitios del país y del mundo
continuaron haciendo visitas días después de la
tragedia en el memorial erigido en las oficinas centrales de
la policía. Cinco banderas de color negro, con una
línea azul, colgaban cerca del memorial y
representaban las vidas perdidas.
La ciudad estaba de luto por los oficiales asesinados, pero
sus compañeros perseveraron en servicio.
"Espero que nuestros hermanos y hermanas que visten de azul
se presenten a trabajar y continúen protegiendo a los
ciudadanos", dijo Sánchez. "Hay trabajo que hacer".