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Cuaresma: 40 días oración, ayuno, dar limosna para revigorizar la fe

Por Carol Zimmermann | Catholic News Service

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WASHINGTON — La Cuaresma, el periodo de 40 días antes de la Pascua, frecuentemente es visto como un tiempo de renunciar a algo y no comer carne los viernes.

Pero un vistazo a casi todos los boletines de las parroquias católicas durante la Cuaresma revela que mucho más está sucediendo durante este tiempo lleno de oportunidades para orar, confesión, el Vía Crucis y retiros. También hay muchas herramientas disponibles por internet que nos pueden ayudar a crecer en la fe: vínculos a materiales de lectura, oraciones y actividades, organizaciones de caridad a las cuales se les puede donar y comidas simples para preparar.
Para los católicos adultos la Cuaresma no es igual a la de su niñez, que tal vez se trataba de solamente renunciar a las gaseosas o a los postres, dijo el padre paulista Larry Rice, director del centro universitario católico en la Universidad de Texas en Austin.
Según él lo ve, “el reto es moverse de la disciplina cuaresmal apropiada para los niños a la disciplina cuaresmal que es apropiada para los adultos”.
La idea de poner menos énfasis en lo que uno está dejando y más en las prácticas tradicionales de oración, ayuno y dar limosna, él dijo, “nos pone en preparación para el misterio pascual profundizando nuestra conexión con Dios y nuestros hermanos y hermanas”.
Eso es lo que a la gente le gusta de la Cuaresma, él añadió, señalando que muchos cristianos encuentran que la temporada “revigoriza” su fe.
“Escucho esto todo el tiempo. La Cuaresma es tiempo de oración más profunda y disciplina más profunda, pero es también un tiempo que nos acerca más profundamente al misterio pascual de nuestra salvación”, él dijo a Catholic News Service el 23 de febrero.
Padre Rice, quien también ofrece misiones parroquiales en todo el país, dijo que le gusta recordarle a le gente que la Cuaresma técnicamente no es 40 días, sino 43 y medio, desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa del Jueves Santo. Pero él también señala que el número 40 resuena con tantas personas debido a su simbolismo bíblico relacionado con los 40 años de los israelitas andando por el desierto y con los 40 días que Jesús pasó ayunando en el desierto.
Lo que la gente sabe sobre la Cuaresma varía. Otro sacerdote paulista, padre Jack Collins, hace dos años hizo un video, titulado “You don’t know Jack about Lent”, para el sitio web de los paulistas, Busted Halo, como parte de una serie donde él le preguntaba a personas en las calles de Nueva York sobre su fe.
En el video no todos pudieron nombrar los tres pilares de la Cuaresma: oración, ayuno y dar limosna.
El sacerdote le dijo a CNS que estos pilares son “muy contracultura”, hacen que las personas piensen sobre su necesidad de Dios y de los demás.
“La cruz de Jesús no es renunciar al chocolate para la Cuaresma. Es cambiar tu historia”, él dijo explicando que los cristianos están llamados a hacer que lo que hacen cotidianamente esté más en línea con las acciones de Jesús.
“Eso es más difícil de hacer” que renunciar a algo, él añadió.
Padre John Riccardo, párroco de Our Lady of Good Counsel en Plymouth, Michigan, similarmente enfatizó que la meta de la Cuaresma es que los cristianos “emerjan en la Pascua pareciéndose a Jesús más profundamente”.
El sacerdote, quien presenta el programa de radio “Christ Is the Answer” para Ave Maria Radio en Ann Arbor, Michigan, dijo que las personas deben preguntarse porqué están haciendo lo que están haciendo para la Cuaresma. Las disciplinas de oración, ayuno y dar limosna son importantes, él dijo, pero deben verse más como los medios de la Cuaresma, no la meta.
Él también ve la Cuaresma esencialmente como dos temporadas: Las primeras semanas tienen un mayor enfoque en la oración sobre aspectos que deben cambiar y, la segunda mitad, basada en las lecturas diarias de la Misa, enfatiza responder al ejemplo de Jesús.
La tradición eclesiástica de celebrar la Cuaresma data de hace mucho tiempo.
El padre jesuita Norman Tanner, quien enseña historia de la iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, dijo que la mención más temprana de la Cuaresma como tiempo de preparación para la Pascua fue durante el Concilio de Nicea en 325; entonces bastante recientemente el Segundo Concilio Vaticano confirmó la importancia de la Cuaresma.
El sacerdote, escribiendo para Thinking Faith, publicación jesuita británica, dijo que en muchos idiomas la palabra “cuaresma” significa 40, pero la palabra inglesa para la cuaresma se deriva del anglosajón “lencten”, que significa “alargar”, refiriéndose a la temporada de la primavera cuando las horas de la luz del día se alargan.
El sacerdote dijo que pensar en la Cuaresma en términos de días más largos también puede verse espiritualmente cuando se considera como “un tiempo en que podemos ‘alargar’ espiritualmente, cuando podemos estirarnos y crecer en el Espíritu”.
Cuando la gente asemeja esto con Dios estando en control, igual que las estaciones del año cambian, toma un significado aun mayor, él dijo.
“Nuestro rol durante la Cuaresma es cooperar con la gracia y las iniciativas de Dios”, él escribió, “en un sentido de relajarnos en la presencia de Dios en vez de obligar el paso con nuestros propios esfuerzos”.

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