CIUDAD DEL VATICANO - Los cristianos han sido llamados a
seguir el camino de Jesús de inclusión y "no
tienen el derecho de excluír" o de rechazar a los que
juzgan que son indignos de salvación, dijo el papa
Francisco en una Misa matinal.
En su homilía del 5 de noviembre, durante la Misa
celebrada en la Domus Sanctae Marthae, el papa dijo que, como
los fariseos y escribas que aparecen en los Evangelios, las
personas se ven tentadas a seleccionar y formar sus
"pequeños grupos"; actitud ésta "que no es
cristiana"
El papa reflexionó en la lectura del día,
tomada de San Lucas, capítulo 15, del versículo
1 al 10, en la que los fariseos critican a Jesús por
aceptar a pecadores y comer con ellos.
"La actitud de los escribas y fariseos es la misma,
excluyente: 'Nosotros somos los perfectos, nosotros seguimos
la ley. Ellos son pecadores, son publicanos'", dijo. "Y la
actitud de Jesús es la de incluír".
"¡Dios ha incluído a todos en la
salvación, a todos! Esto es el principio. Con nuestras
debilidades, nuestros pecados, nuestra envidia, nuestros
celos siempre tenemos esta actitud de exclusión" que
es "la raíz de todas las guerras " y que divide a las
familias, a los amigos y a los países.
Así que el camino que nos ha enseñado Cristo es
"completamente diferente " y no es fácil que la gente
lo acepte "debido a que hay resistencia, hay esa actitud de
selección".
Jesús, continuó diciendo el papa, "nos busca
para incluírnos" y los cristianos están
llamados a seguir su ejemplo y a no excluír a otra
gente "de nuestro corazón, de nuestras oraciones, de
nuestra sonrisa y, si la ocasión se presenta, de
darles a todos una palabra amable.
"¡Nunca excluyan ustedes a nadie; no tenemos ese
derecho!", dijo el papa.
En la primera lectura, tomada de una carta del apóstol
San Pablo, dirigida a los romanos, se nos recuerda que
aquellos que acostumbran excluír a otros, algún
día estarán frente "al trono del juicio de Dios
" y tendrán que dar cuenta de sus actos.
"Pidamos la gracia de ser hombres y mujeres que siempre
incluyen a otros, en la medida de prudencia saludable, pero
siempre incluyendo. No le cierren la puerta a nadie; siempre
tengan un corazón abierto", dijo el papa.