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Obispos instan a México a regresar a política de ‘brazos abiertos’

David Agren | Catholic News Service

Migrantes haitianos y centroamericanos hacen fila frente a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en la Ciudad de México el 22 de septiembre del 2021 para regularizar su situación migratoria. (Foto CNS/Edgard Garrido, Reuters)

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CIUDAD DE MÉXICO — La pastoral de migrantes de los obispos mexicanos ha pedido al gobierno federal que regrese a una política de “brazos abiertos” ya que el país está viendo fuertes corrientes de migración, más visiblemente de haitianos que han estado viajando recientemente en grandes números a lo largo de México hasta la frontera de Estados Unidos.

“Como Iglesia, exhortamos al gobierno mexicano a abandonar la política migratoria de brazos armados y recuperar nuestra tradición de país de brazos abiertos para acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes”, dijo el ministerio en una carta el 26 de septiembre con motivo de la Jornada Mundial de Migrantes y Refugiados.

La carta, firmada por el Obispo José Guadalupe Torres Campos de Ciudad Juárez, director de la pastoral, continuaba: “Hacemos un llamado a la Iglesia de México para que, en comunión con el Santo Padre, abramos nuestros corazones y derribemos los muros de la discriminación, de los prejuicios, y del rechazo a quienes más sufren. Extendamos la mano a quienes caminan y transitan por nuestras calles, parroquias y diócesis, a esas personas migrantes que huyen de la represión y el dolor, que buscan el amor y la libertad que no pueden encontrar en sus países de origen,” dijo.

El llamado de la iglesia pidiendo que México revise sus políticas migratorias se publicó tras la llegada de unos 14.500 haitianos a Del Rio, Texas, donde acamparon debajo de un puente mientras esperaban ser procesados por funcionarios fronterizos estadounidenses. Muchos de los migrantes fueron regresados a México, algunas familias fueron admitidas en los Estados Unidos con cita para presentarse en las oficinas de inmigración, mientras que aviones llenos de haitianos los regresaron a Haití, donde muchos no habían vivido durante años. Muchos de los haitianos que viajaban hacia Estados Unidos abandonaron el país después del terremoto del 2010 y habían estado trabajando en Brasil y Chile hasta que encontraron dificultades en esos países.

Wilner Meletus, un defensor de los haitianos en México dijo que se estima que 30.000 haitianos han quedado varados en la ciudad de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, esperando documentos de viaje o audiencias de asilo. No estaba seguro de cómo llegaron los migrantes a la frontera de Estados Unidos; los funcionarios de inmigración mexicanos habían estado arrestando a “cualquiera” que saliera de Tapachula, dijo. Más haitianos se dirigen hacia el norte a través de América del Sur y Central, dijo, y “cientos” ingresan a México cada semana.

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