SAN SALVADOR - Uno de los peregrinos que estaban en El
Salvador para la beatificación del arzobispo
Óscar Romero es el chileno padre Pablo Richard
Guzmán, quien tiene la distinción de ser el
autor de un libro que se encuentra en la antigua casa del
mártir salvadoreño.
El libro, La lucha de los dioses: los ídolos de la
opresión y la búsqueda de Dios Liberador,
fue escrito por padre Richard, seguidor en la Teología
de la Liberación muy conocido en América
Latina.
¿Fue el arzobispo Romero seguidor de la
Teología de la Liberación?
"No", dijo padre Richard. "Pero nos influyó".
En aquellos tiempos padre Richard - junto con otros
sacerdotes como Padre dominico Gustavo Gutiérrez,
Padre franciscano Leonardo Boff, los Padres jesuitas Juan
Luis Segundo, Jon Sobrino e Ignacio Ellacuría, y Padre
Pablo Richard - marcaron el panorama católica de
América Latina con sus escritos, diciendo que
Jesús hizo un llamado a la liberación de la
opresión, así como del pecado.
Algunos teólogos de liberación han sido
criticados y reprendidos por el Vaticano, que
consideró que algunos de ellos estaban entrando
inapropiadamente en ideologías políticas tales
como el marxismo.
Por ejemplo, padre Boff, teólogo brasileño, fue
silenciado durante un tiempo por la iglesia a mediados de la
década de 1980 a causa de sus escritos.
"Es normal que otros nos ataquen", dijo Padre Richard,
escritor prolífico que fue exiliado a Francia y
más tarde Costa Rica después de la dictadura
militar de Augusto Pinochet en su Chile natal. "He sido
acusado de ser terrorista, marxista, comunista".
Lo que él ha sido es una persona que se preocupa
profundamente por los pobres y las condiciones bajo las
cuales viven. Es por eso que el Arzobispo Romero fue una gran
influencia para él y otros, dijo Padre Richard.
Aunque su muerte fue horrible y El Salvador era un lugar de
gran peligro en tiempos del Arzobispo Romero, tenemos que
confiar que es por eso que Dios "envió un santo",
él dijo, para brillar una luz en la oscuridad.
El Arzobispo Romero fue "un cristiano, un santo" por su
defensa de los pobres y de la fe, especialmente cuando
civiles inocentes estaban siendo masacrados durante la guerra
de 12 años.
"Cualquiera que opte por los pobres está en peligro"
de morir por las armas o por las palabras de otros, él
dijo. Pero el Arzobispo Romero está ahora por encima
de eso, especialmente con esta declaración de beato,
dijo Padre Richard a Catholic News Service.
"Es una gran alegría", él dijo sobre la
beatificación. "Pero para mí él ya es
santo".
Un año antes de ser asesinado el 24 de marzo 1980, el
Arzobispo Romero visitó Costa Rica y se reunió
con padre Richard en abril de 1979. Allí fue que Padre
Richard firmó el libro a petición del
arzobispo.
El año siguiente, padre Richard visitó al
Arzobispo Romero en El Salvador. Dos meses más tarde,
el arzobispo fue asesinado y desde entonces Padre Richard ha
hecho frecuentemente la peregrinación para visitar el
lugar donde él vivió y fue asesinado.
Padre Richard todavía vive en Costa Rica, donde
trabaja en un centro de formación pero también
alimenta a los pobres y trabaja con los que tienen problemas
de SIDA o drogas.
"Quiero escuchar a aquellos que nadie escucha, tocar a
aquellos que nadie toca y en última instancia quiero
darles amor. Mi parroquia es la calle", él dijo.
A sus 75 años de edad, él todavía
escribe y parece un evangelizador cautelosamente ferviente.
Él es académico bíblico e insta a los
que le rodean a abrirla.
"¿Lees la Biblia?", él preguntó e hizo
un chiste sobre no usarla como desodorante "solamente bajo tu
brazo".
Él ha sido más inspirado por aquellos que no
pueden leer pero aprenden a leer más tarde en sus
vidas solamente para poder leer la Biblia.
"No quiero solamente poner una Biblia en la mano de una
persona, sino también quiero poner la Biblia en su
corazón y en sus pensamientos", él dijo.