Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Nuestro Santo Padre Francisco nos ha llamado a observar el
Segundo Día Mundial de los Pobres el Domingo, 18 de Noviembre. Él nos ha pedido
una vez más que enfoquemos nuestra atención a los que están sufriendo de pobreza
material y espiritual en todo el mundo y en nuestra propia diócesis.
En toda las Sagradas Escrituras nos habla del amor especial de
Dios para los pobres: “Este pobre hombre clamó y lo oyó el Señor” (Ps 34: 6).
La pobreza nos rodea. Jesús mismo nos dice en el Evangelio de Mateo: “La
pobreza siempre estará con nosotros” (Mt 26: 11). ¿Pero, la reconoceremos?
Nuestro Santo Padre Francisco nos está llamando, como lo hizo
Jesús, para escuchar y responder al llamado de los pobres. ¿Cómo podemos
hacerlo? Una manera es participar en ministerios parroquiales que sirven
directamente a los pobres. Además, los invito a unirse a nuestros esfuerzos
diocesanos, a través de Caridades Católicas, para servir a los hambrientos y
sin hogar, los enfermos o ancianos, y los presos o los recién llegados a
nuestro país.
Cuando nosotros ayudamos a los pobres con amor, nuestras acciones
reflejan la fuente de todo amor, que es Jesucristo. Conducido y guiado por el
Espíritu Santo, que nuestras obras de caridad y a los que servimos nos acerque
a Dios y nos una.
Atentamente en Cristo,
Monseñor Michael F. Burbidge
Obispo de Arlington
© Arlington Catholic Herald 2018